Menos De Mí
Cada año nuevo, tomamos decisiones sobre quienes queremos ser. Hacemos resoluciones; nos fijamos metas. Pero aveces esas metas están basadas en nosotros mismos. Perder peso, ahorrar dinero- incluso las mejores metas son egocéntricas. Para vivir la vida que Cristo tiene para nosotros, debemos de estar dispuestos a rechazar nuestra propia comodidad por el bien de los demás. No es fácil, y seguramente no será placentero, pero cuando te niegas a ti mismo, Dios puede hacer mucho más.